Revisado por Maria
am 12 de septiembre de 2023
☝️ Lo más importante en resumen
- La canción cuenta la historia de un funeral que el cantante presenció.
- El cantante describe sus observaciones de la iglesia en ruinas, la triste canción fúnebre y la pareja de color en profundo dolor.
- El predicador anima a los dolientes y les recuerda que el niño está feliz en el cielo y que pueden esperar un reencuentro.
- La canción aborda la pérdida, el consuelo y la fe en un futuro mejor en el cielo.
- Destaca la importancia de la esperanza y la confianza en tiempos difíciles.
Interpretación
La letra de la canción "The Funeral" de
Hank Williams cuenta la historia de un funeral que el cantante presenció en Savannah. Describe cómo pasa frente a una iglesia en ruinas y escucha a través de la ventana el triste sonido de una canción fúnebre. Su compasión se despierta y se encuentra sentado en un pequeño banco de iglesia de colores.
Enfrente de la iglesia hay una pareja de color sumida en profunda tristeza. En el altar hay un ataúd y dentro de él hay un niño. El cantante se imagina la apariencia del niño, con cabello rizado y labios protruidos, como los ha visto muchas veces en sus viajes por el sur.
Un viejo predicador de color se levanta de su pequeño púlpito de madera. Su estilo es un poco torpe y su apariencia grotesca, pero en su rostro etíope se refleja la sencillez y la sabiduría, la sabiduría y la ignorancia de una raza oprimida e inmortal.
El predicador les explica a los dolientes que no deben llorar por el niño, porque ha ido al cielo, a petición de su padre. Destaca que el niño no les fue dado por Dios, sino que Dios solo les ha regalado un poco de sol durante un tiempo y que las lágrimas que derraman son solo intereses del préstamo.
El predicador anima a los dolientes a pensar en el maravilloso tiempo que el niño tiene ahora en el cielo, rodeado de padres amorosos y otras buenas personas. Les cuenta que el niño está triste porque extraña a sus padres, pero que los ángeles le han enseñado una canción que dice que pronto volverán si son fieles.
Finalmente, el predicador les pide a los dolientes que dejen descansar sus corazones en Jesús y que no critiquen lo que el Señor ha hecho. Les recuerda que Dios nos ha dado muchas alegrías, pero también tiene el derecho de quitárnoslas. Termina con una oración en la que alaba a Dios y pide por la gloria eterna.
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